viernes, 27 de diciembre de 2019

ENOS CLAMA CON POTENTE ORACION

Enós, un profeta del Libro de Mormón, va al bosque a cazar y clama con potente oración a Dios durante todo el día hasta la noche. Oye la voz de Dios y es perdonado de sus pecados por su fe en Cristo. Luego, Enós ora por sus hermanos nefitas y lamanitas, y le pide al Señor que preserve un registro de su pueblo para que las generaciones futuras puedan ser conducidas a la salvación. El Señor escucha las oraciones de Enós y concede sus deseos según su fe. 

Basado en Enós 1:1–5, 7–13, 26: 
1 He aquí, aconteció que yo, Enós, sabía que mi padre era un varón justo, pues me instruyó en su idioma y también me crio en disciplina y amonestación del Señor —y bendito sea el nombre de mi Dios por ello— 
2 y os diré de la lucha que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados. 
3 He aquí, salí a cazar bestias en los bosques; y las palabras que frecuentemente había oído a mi padre hablar, en cuanto a la vida eterna y el gozo de los santos, penetraron mi corazón profundamente. 
4 Y mi alma tuvo hambre; y me arrodillé ante mi Hacedor, y clamé a él con potente oración y súplica por mi propia alma; y clamé a él todo el día; sí, y cuando anocheció, aún elevaba mi voz en alto hasta que llegó a los cielos. 
5 Y vino a mí una voz, diciendo: Enós, tus pecados te son perdonados, y serás bendecido. 
7 Y dije yo: Señor, ¿cómo se lleva esto a efecto? 
8 Y él me dijo: Por tu fe en Cristo, a quien nunca jamás has oído ni visto. Y pasarán muchos años antes que él se manifieste en la carne; por tanto, ve, tu fe te ha salvado. 
9 Ahora bien, sucedió que cuando hube oído estas palabras, empecé a anhelar el bienestar de mis hermanos los nefitas; por tanto, derramé toda mi alma a Dios por ellos. 
10 Y mientras así me hallaba luchando en el espíritu, he aquí, la voz del Señor de nuevo penetró mi mente, diciendo: Visitaré a tus hermanos según su diligencia en guardar mis mandamientos. Les he dado esta tierra, y es una tierra santa; y no la maldigo sino por causa de iniquidad. Por tanto, visitaré a tus hermanos según lo que he dicho; y sus transgresiones haré bajar con dolor sobre su propia cabeza. 11 Y después que yo, Enós, hube oído estas palabras, mi fe en el Señor empezó a ser inquebrantable; y oré a él con mucho y prolongado ahínco por mis hermanos, los lamanitas. 
12 Y aconteció que después que hube orado y me hube afanado con toda diligencia, me dijo el Señor: Por tu fe, te concederé conforme a tus deseos. 
13 Y ahora bien, he aquí, este era el deseo que anhelaba de él: Que si acaso mi pueblo, el pueblo nefita, cayera en transgresión, y fuera de algún modo destruido, y los lamanitas no lo fueran, que el Señor Dios preservara una historia de mi pueblo, los nefitas, aun cuando fuera por el poder de su santo brazo, para que algún día futuro fuera llevada a los lamanitas, para que tal vez fueran conducidos a la salvación. 
26 Y vi que pronto tendría que descender a mi sepultura, habiendo sido influido por el poder de Dios a predicar y a profetizar a este pueblo y declarar la palabra según la verdad que está en Cristo; y la he declarado todos mis días, y en ello me he regocijado más que en lo del mundo.


viernes, 20 de diciembre de 2019

SHEREM NIEGA A CRISTO

Sherem predica al pueblo en contra de la doctrina de Cristo que se halla en las Escrituras y contiende con el profeta Jacob. Sherem exige ver una señal que demuestre que Cristo vendrá y es herido por el poder de Dios. Le habla por última vez al pueblo, confesando que negó a Cristo y el poder del Espíritu Santo, y luego muere. 

Basado en Jacob 7:6–7, 9–21, 23: 
6 Y aconteció que me vino a ver, y de esta manera me habló, diciendo: Hermano Jacob, mucho he buscado la oportunidad para hablar contigo, porque he oído, y también sé, que mucho andas, predicando lo que llamas el evangelio o la doctrina de Cristo. 
7 Y has desviado a muchos de los de este pueblo, de manera que pervierten la vía correcta de Dios y no guardan la ley de Moisés, que es la vía correcta; y conviertes la ley de Moisés en la adoración de un ser que dices vendrá de aquí a muchos siglos. Y ahora bien, he aquí, yo, Sherem, te declaro que esto es una blasfemia, pues nadie sabe en cuanto a tales cosas; porque nadie puede declarar lo que está por venir. Y así era como Sherem contendía contra mí. 
9 Y le dije: ¿Niegas tú al Cristo que ha de venir? Y él dijo: Si hubiera un Cristo, no lo negaría; mas sé que no hay Cristo, ni lo ha habido, ni jamás lo habrá. 
10 Y le dije: ¿Crees tú en las Escrituras? Y dijo él: Sí. 
11 Y le dije yo: Entonces no las entiendes; porque en verdad testifican de Cristo. He aquí, te digo que ninguno de los profetas ha escrito ni profetizado sin que haya hablado concerniente a este Cristo. 
12 Y esto no es todo. Se me ha manifestado, porque he oído y visto; y también me lo ha manifestado el poder del Espíritu Santo; por consiguiente, yo sé que si no se efectuara una expiación, se perdería todo el género humano. 
13 Y aconteció que me dijo: Muéstrame una señal mediante este poder del Espíritu Santo, por medio del cual sabes tanto. 
14 Y le dije: ¿Quién soy yo para que tiente a Dios para que te muestre una señal en esto que tú sabes que es verdad? Sin embargo, la negarás, porque eres del diablo. No obstante, no sea hecha mi voluntad; mas si Dios te hiriere, séate por señal de que él tiene poder tanto en el cielo como en la tierra; y también de que Cristo vendrá. ¡Y sea hecha tu voluntad, oh Señor, y no la mía! 
15 Y sucedió que cuando yo, Jacob, hube hablado estas palabras, el poder del Señor vino sobre él, de tal modo que cayó a tierra. Y sucedió que fue alimentado por el espacio de muchos días. 
16 Y aconteció que él dijo al pueblo: Reuníos mañana, porque voy a morir; por tanto, deseo hablar al pueblo antes que yo muera. 
17 Y aconteció que a la mañana siguiente la multitud se hallaba reunida; y les habló claramente y negó las cosas que les había enseñado, y confesó al Cristo y el poder del Espíritu Santo y la ministración de ángeles. 
18 Y les dijo claramente que había sido engañado por el poder del diablo. Y habló del infierno, y de la eternidad, y del castigo eterno. 
19 Y dijo: Temo que haya cometido el pecado imperdonable, pues he mentido a Dios; porque negué al Cristo, y dije que creía en las Escrituras, y estas en verdad testifican de él. Y porque he mentido a Dios de este modo, temo mucho que mi situación sea terrible; pero me confieso a Dios. 
20 Y acaeció que después que hubo dicho estas palabras, no pudo hablar más, y entregó el espíritu. 21 Y cuando los de la multitud hubieron presenciado que él había dicho estas cosas cuando estaba a punto de entregar el espíritu, se asombraron en extremo; tanto así que el poder de Dios descendió sobre ellos, y fueron dominados de modo que cayeron a tierra. 
23 Y sucedió que la paz y el amor de Dios nuevamente se restablecieron entre el pueblo; y escudriñaron las Escrituras; y no hicieron más caso de las palabras de este hombre inicuo.


viernes, 13 de diciembre de 2019

JACOB ENSEÑA ACERCA DEL ORGULLO Y LA CASTIDAD

Jacob, un profeta del Libro de Mormón, advierte a su pueblo que deje de ser orgulloso y de perseguir a sus hermanos. Enseña a su pueblo a buscar primero el Reino de Dios y llama al arrepentimiento a los hombres de su pueblo por procurar tener más esposas y concubinas. Debido a su conducta, los hombres habían quebrantado los corazones de sus esposas y perdido la confianza de sus hijos. 

Basado en Jacob 2–3.


sábado, 7 de diciembre de 2019

DEVOCIONAL DE NAVIDAD DE LA PRIMERA PRESIDENCIA


La Primera Presidencia invita a los miembros de la Iglesia y a sus amigos a participar en la transmisión del Devocional de Navidad de la Primera Presidencia el domingo, 8 de diciembre de 2019, a las 18:00 h, (hora de Salt Lake City).

El programa, que se origina en el Centro de Conferencias, incluirá mensajes de Navidad de Autoridades Generales y oficiales generales de la Iglesia.

El Coro del Tabernáculo Mormón y la Orquesta de la Manzana del Templo proporcionarán la música.


MUSICA Y PALABRAS DE INSPIRACION. DICIEMBRE 8

Mes del Nacimiento de Nuestro Salvador, continuamos con los programas del Coro.


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viernes, 6 de diciembre de 2019

NEFI REGISTRA SU TESTIMONIO FINAL

Nefi, un profeta del Libro de Mormón, enseña que las Escrituras contienen las palabras de Cristo y que nos enseñan a hacer lo bueno. Nefi invita a los que no creen en sus palabras a creer en Cristo. 

Basado en 2 Nefi 33:3, 7, 10, 11, 13: 3 
Mas yo, Nefi, he escrito lo que he escrito; y lo estimo de gran valor, especialmente para mi pueblo. Porque continuamente ruego por ellos de día, y mis ojos bañan mi almohada de noche a causa de ellos; y clamo a mi Dios con fe, y sé que él oirá mi clamor. 

7 Tengo caridad para con mi pueblo, y gran fe en Cristo de que ante su tribunal hallaré a muchas almas sin mancha. 

10 Y ahora bien, mis amados hermanos, y también vosotros los judíos y todos los extremos de la tierra, escuchad estas palabras y creed en Cristo; y si no creéis en estas palabras, creed en Cristo. Y si creéis en Cristo, creeréis en estas palabras, porque son las palabras de Cristo, y él me las ha dado; y enseñan a todos los hombres que deben hacer lo bueno. 

11 Y si no son las palabras de Cristo, juzgad; porque en el postrer día Cristo os manifestará con poder y gran gloria que son sus palabras; y ante su tribunal nos veremos cara a cara, vosotros y yo, y sabréis que él me ha mandado escribir estas cosas, a pesar de mi debilidad. 

13 Y ahora bien, amados hermanos míos, todos los que sois de la casa de Israel, y todos vosotros, ¡oh extremos de la tierra!, os hablo como la voz de uno que clama desde el polvo: Adiós, hasta que venga ese gran día.