Amigos, diversión, fiestas y éxito profesional. ¡Calyann Barnett lo tenía todo! Hasta que descubrió que vivía en una prisión que ella misma se había creado. Gracias a su disposición a poner a prueba las promesas de Dios, descubrió algo de la vida que todavía no había experimentado: la paz de saber que el amor de Jesucristo es real y que está al alcance de todos. Todos pueden hallar esa paz si están dispuestos a tomarse el tiempo para aprender de Cristo y escuchar Sus palabras.
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