CLUB DE LECTURA. JEHOVA ES MI PASTOR

No sabemos con seguridad quién escribió los Salmos. Algunos se le han atribuido al rey David, pero los autores de la mayoría de ellos siguen siendo anónimos. Sin embargo, después de leer los Salmos, es probable que sintamos como si conociéramos el corazón de los salmistas, aunque no conozcamos sus nombres. Lo que sí sabemos es que los Salmos eran una parte importante de la adoración entre los israelitas; además, sabemos que el Salvador los citaba con frecuencia. A través de los Salmos se nos abre una ventana al alma del antiguo pueblo de Dios. Vemos cómo se sentían en cuanto a Dios, qué les preocupaba y cómo hallaban la paz. Nosotros, como creyentes en la actualidad y de todo el mundo, aún usamos esas palabras en nuestra adoración a Dios. Los escritores de los Salmos parecen haber visto en el interior de nuestra alma y haber encontrado el modo de expresar lo que nosotros sentimos por Dios, aquello que nos preocupa y la forma en que hallamos la paz.

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