Este relato bíblico, que se encuentra en el libro de Juan, en el que Cristo resucitado se aparece a Sus discípulos en la orilla del mar de Galilea, está lleno de significado para nuestros días. El élder Ballard explica que a menudo nos distraemos con los bienes y la abundancia mundanos, como Pedro. El Salvador podría preguntarnos si le amamos más a Él que a la abundancia mundana que nos rodea. ¿La búsqueda de bienes materiales o los desafíos de la vida y las preocupaciones más profundas requieren nuestra atención excesiva y que nos centremos únicamente en cosas alejadas del Salvador?
El élder Ballard señala el camino de la paz que ofrece Jesús. Cuando lo seguimos a Él, encontramos la forma de cumplir Sus palabras, nos arrepentimos, amamos, prestamos servicio a nuestra familia y a nuestro prójimo, y perdonamos a los demás, incluso cuando enfrentemos luchas y dificultades.
Como apóstol del Señor Jesucristo, el élder Ballard afirma que el Salvador y nuestro Padre Celestial nos aman y que nunca nos abandonarán. Nuestra verdadera felicidad depende de nuestra relación con Dios, con Su Hijo Jesucristo, y con los demás. El élder Ballard explica que esta relación se fortalece con nuestro servicio a Dios y a los que nos rodean."
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