lunes, 31 de octubre de 2022

VEN SIGUEME. DANIEL 1-6

Lo más probable es que nadie le amenace con arrojarlo a un horno ardiente o a un foso de leones por causa de su fe en Jesucristo. No obstante, ninguno de nosotros pasa por la vida sin alguna prueba de fe. Todos podemos sacar provecho del ejemplo de personas como Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que fueron llevados cautivos por el poderoso Imperio Babilónico cuando eran muchachos (véase 2 Reyes 24:10–16). Aquellos jóvenes se hallaban rodeados por una cultura desconocida que tenía valores diferentes, y afrontaban grandes tentaciones a abandonar sus creencias y sus tradiciones rectas. Sin embargo, se mantuvieron leales a sus convenios. Tal como José en Egipto y Ester en Persia, en Babilonia, Daniel y sus amigos conservaron su fe en Dios y Él obró milagros que todavía inspiran a los creyentes hasta el día de hoy.










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