miércoles, 5 de octubre de 2022

VIDEOS DEL LIBRO DE MORMON. JESUCRISTO SE APARECE EN EL TEMPLO

Las personas de la América antigua se congregan en Abundancia. Oyen la voz de Dios el Padre presentando a Su Hijo. Son testigos de cómo Jesús desciende del cielo y testifican que Él es el Salvador del mundo. 

1 Y aconteció que se hallaba reunida una gran multitud del pueblo de Nefi en los alrededores del templo que se encontraba en la tierra de Abundancia, y estaban maravillándose y asombrándose entre sí, y mostrándose los unos a los otros el agrande y maravilloso cambio que se había verificado. 

2 Y también estaban conversando acerca de este Jesucristo, de quien se había dado la aseñal tocante a su muerte. 

3 Y aconteció que mientras así conversaban, unos con otros, oyeron una avoz como si viniera del cielo; y miraron alrededor, porque no entendieron la voz que oyeron; y no era una voz áspera ni una voz fuerte; no obstante, y a pesar de ser una voz bsuave, penetró hasta lo más profundo de los que la oyeron, de tal modo que no hubo parte de su cuerpo que no hiciera estremecer; sí, les penetró hasta el alma misma, e hizo arder sus corazones. 

4 Y sucedió que de nuevo oyeron la voz, y no la entendieron. 

5 Y nuevamente por tercera vez oyeron la voz, y aguzaron el oído para escucharla; y tenían la vista fija en dirección del sonido; y miraban atentamente hacia el cielo, de donde venía el sonido. 

6 Y he aquí, la tercera vez entendieron la voz que oyeron; y les dijo: 

7 He aquí a mi aHijo Amado, ben quien me complazco, en quien he glorificado mi nombre: a él oíd. 

8 Y aconteció que al entender, dirigieron la vista hacia el cielo otra vez; y he aquí, avieron a un Hombre que descendía del cielo; y estaba vestido con una túnica blanca; y descendió y se puso en medio de ellos. Y los ojos de toda la multitud se fijaron en él, y no se atrevieron a abrir la boca, ni siquiera el uno al otro, y no sabían lo que significaba, porque suponían que era un ángel que se les había aparecido. 

9 Y aconteció que extendió la mano, y habló al pueblo, diciendo: 

10 He aquí, yo soy Jesucristo, de quien los profetas testificaron que vendría al mundo. 

11 Y he aquí, soy la aluz y la vida del mundo; y he bebido de la amarga bcopa que el Padre me ha dado, y he glorificado al Padre, ctomando sobre mí los pecados del mundo, con lo cual me he sometido a la dvoluntad del Padre en todas las cosas desde el principio. 

12 Y sucedió que cuando Jesús hubo hablado estas palabras, toda la multitud cayó al suelo; pues recordaron que se había aprofetizado entre ellos que Cristo se les manifestaría después de su ascensión al cielo. 

13 Y ocurrió que les habló el Señor, diciendo: 

14 Levantaos y venid a mí, para que ametáis vuestras manos en mi costado, y para que también bpalpéis las marcas de los clavos en mis manos y en mis pies, a fin de que sepáis que soy el cDios de Israel, y el Dios de toda la dtierra, y que he sido muerto por los pecados del mundo. 

15 Y aconteció que los de la multitud se adelantaron y metieron las manos en su costado, y palparon las marcas de los clavos en sus manos y en sus pies; y esto hicieron, yendo uno por uno, hasta que todos hubieron llegado; y vieron con los ojos y palparon con las manos, y supieron con certeza, y dieron testimonio de que aera él, de quien habían escrito los profetas que había de venir. 

16 Y cuando todos hubieron ido y comprobado por sí mismos, exclamaron a una voz, diciendo: 

17 ¡Hosanna! ¡Bendito sea el nombre del Más Alto Dios! Y cayeron a los pies de Jesús, y lo aadoraron.




No hay comentarios:

Publicar un comentario